Una jacobina en traje sastre: El mejor rostro del peronismo.
Enérgica, sensible a las injusticias, promotora de derechos, con vocación de transformación del mundo. Así fue Eva Duarte de Perón. Una militante que enfrentó a los poderes constituidos de nuestro país: los militares, la Iglesia Católica y la oligarquía. Un personaje político que por ello despertó odios de clase y misoginia que si bien estaban presentes (y habría que preguntarse hasta qué punto lo están hoy) en la sociedad argentina, la praxis de Evita hizo emerger, salir del mundo subterráneo petite bourgeoisie e instalarse en frases terribles que sólo definen a quien las enuncia.
Dice José Pablo Feinmann que de haber vivido “Le habría demostrado a Perón que la única manera de impedir un futuro golpe era pelear ahora, cuando las bombas todavía resonaban en la Plaza de Mayo y los muertos recién empezaban a ser retirados.” (Peronismo. Filosofía política de una obstinación argentina. Página/12, vol 14). En esa línea conjetural nos preguntamos ¿Tendríamos un país mejor si su vida no se hubiese extinguido en sus tempranos 33 años? El lector podrá ensayar sus respuestas.
Desde la Agrupación Universitaria Tercera Posición recordamos con dolor el aniversario número cincuenta y ocho de su fallecimiento y compartimos la tristeza del pueblo argentino en este día de sol.
¡Viva Perón! ¡Viva Evita!
TERCERA POSICION
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